Comienzo a escalar,
distingo novedades en el aroma y dirección del viento,
no lo sigo, y con mayor razón avanzo para no detenerme;
primero pienso para seguir escalando...vagamente freno.
Conocerlo todo, ya no implica temor.
Después de escalar, caminaré...
Ya no voy tras la vaguedad del viento.
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