No, ¡eso jamás! yo soy Rayo, así desaparecieran a éste legendario escudo, mis franjas siempre serán de energía, y estaré para esperarlo siempre... mientras me quede vida.
Yo no te olvido, en lo bueno, aun más en lo malo, y sobre todo en la miseria en la que te han internado... mis brazos y mi voz te esperan para escribir nuevas historias.
Feliz 90 aniversario... casualmente fue aquella década *el mismo número* en la que yo me enamoré de ti.
Rayo hasta la muerte.
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