Todos Podemos Volar: Mi primera columna....

!Hasta en la sopa! ... Un espacio misceláneo

Por: Jorge Castro.

Recordando el viejo Cine de Luchadores...

La lucha libre en nuestro país, es mucho más que un simple deporte de entretenimiento; es un espectáculo lleno de acción, sentimientos, misterios y emociones. Un desfile multicultural de peculiares personajes, que enmascarados o no, se convierten en ídolos, para posteriormente mitificarse como las leyendas entre los seguidores de ese deporte.

Pero qué sucede, cuando estos traspasan la frontera de los cuadriláteros, y no me refiero a que conduzcan programas de televisión, ni que bailen en “Sólo para mujeres”. !No!, sino que a mediados del siglo pasado, la lucha libre dio un salto inesperado, y del cual el cine mexicano deberá estar agradecido por siempre, ya que sin ninguna intención de constituirse como un género cinematográfico, el cine de los enmascarados arribó por casualidad a la pantalla grande; y posteriormente se convirtió en una de las mas insólitas rarezas que ha tenido el mundo: “El cine de luchadores”.

A mediados de los años cincuentas, los héroes enmascarados no tardaron saturar con sus imágenes la pantalla grande, ya que la gente estaba algo harta de los clásicos melodramas de cabaret, así como de los charros, prostitutas, madres abnegadas y las 1001 repeticiones de “Torriiiiitttooooooooooo”.

Así que de “Nosotros los Pobres”, el cine mexicano dio un giro inesperado al género de ficción y de terror, pero con un toque surrealismo que era sumamente inconciente por parte de sus directores. Alguna vez cineastas como Robert Rodriguez y Quentin Tarantino opinan que solo en este género de cine que a su vez es fascinante para ellos (incluso parte de sus influencias), se puede apreciar “la lucha entre un charro enmascarado en contra de un vampiro, y una boluptuosa mujer danzando por ahí”.

Para los expertos, el resultado de estas cintas fueron películas mal hechas, con efectos especiales de tercer mundo, acompañado de pésimas actuaciones. No se tomaban en cuenta por parte de los directores de estos filmes cuestiones elementales de estética que posee el cine, pero cabe mencionar que dichos largometrajes, llegaron a un nivel de surrealismo que cautivó al mundo. Desde su creación, estas fueron películas de culto.

Y si vamos a hablar del cine de luchadores tenemos que mencionar al máximo representante de este género, “Santo, el enmascarado de plata”, cabe mencionar que el primer sujeto que ocupo ese personaje en la pantalla grande fue otro luchador llamado: “El médico asesino”, aunque ese título posteriormente le fue arrebatado y con creces por "Rodolfo Guzmán Huerta", mejor conocido como por todos como “El Santo”.

Sin duda alguna, éste tipo se convirtió para la posteridad en un icono mediático y cultural de nuestro país, ya que fue algo más que un ídolo en las arenas donde luchaba. Dicho sujeto fue un enigma y un misterio del que la sociedad se sentía orgullosa de atesorarlo y sentirlo como propio.
El Enmascarado de Plata, enfrento en sus cintas a monstruos dentro de un ring, beso a muchas de las mujeres más bellas que ha tenido el cine mexicano; fue nuestra versión de James Bond... pero enmascarada.

La obra cumbre del cine de luchadores obviamente fue protagonizada por él; y se llamó “Santo contra las mujeres vampiro” de Alfonso Corona Blake (1961). Definitivamente esa película no fue una obra maestra. De hecho se realizó con un presupuesto risible, tuvo ambientaciones fatales, donde se veía claramente los alambres que sostenían a los murciélagos.

Dicha cinta fue sumamente censurada por sus escenas de desnudos en nuestro país y sólo se exhibieron en el extranjero(así que hay que comprar el dvd en Estados Unidos con bonus track jajajaja.... No se crean). Esta película es la muestra más clara de lo que fue el cine de luchadores, donde temas excluidos en esa época como el terror, además de la perversión y el erotismo prostibulario, fueron agregados a las aventuras de sujetos enmascarados que luchaban por la justicia y derrotaban a sus enemigos con llaves de lucha libre así como modalidades de pelea que solo existe en ese género cinematográfico.

Cabe mencionar que el Santo no fue el único héroe que protagonizó el cine de luchadores, aunque hay que aclarar que la siguiente lista de personalidades se tuvo que conformar con ser algo menos que la sombra cinematográfica de este gran ídolo. Y en ella se encuentran: Blue Demon, Tinieblas, Mil Máscaras, Huracán Ramírez, Wolf Ruvinskins entre otros más.

Pero como todo en esta vida termina, no fue la excepción para el cine de los enmascarados, que fue desapareciendo paulatinamente. En los noventas, otros luchadores como Atlantis, Octagon, Máscara Sagrada y paradójicamente el mismo “Hijo del Santo”, solo lograron emular la mala calidad en las cintas, pero aquel toque surrealista del que se gozó en la época dorada de sus antecesores .... desapareció.

Así pues, el cine de luchadores con todo y sus aberraciones, “alcanzó un nivel de surrealismo único en su tipo”. Las mezcla suigeneris de una melodiosa nota de órgano, acompañados de vampiros, hombres lobo, momias, con mujeres sensuales que tiraban patadas voladoras en minifalda ... dieron a éste ese insólito toque personal, que a su vez, fue totalmente involuntario. Colocando a dicho género en una de las más peculiares rarezas de la historia cinematográfica mundial.

Sin duda se construyó un objeto de culto único e indiscutible, de las pocas aportaciones que son netamente propias y originales de nuestro país, de las que nos podemos jactar.... que ironía algo involuntario termino convirtiéndose en eso “algo de que enorgullecernos” .... “La arena estaba de bote en bote, la gente loca de la emoción, en el ring luchaban los cuatro rudos... Idolos de la fición”.... ¡Buen Día!

Este y otros textos más importantes y mucho mejores de "pies da cabeza" por parte de mis compañeros.... solo en: www.organicamag.com