Tan nervioso como la primera vez que tuve que decir "buen día" a cincuenta personas, tan motivado por hacer mejor las cosas que hace un tiempo, tan agradecido por este nuevo y temprano regreso...
Sin el miedo tal vez no lograríamos medir nuestra capacidad para superar un reto, pero en mi caso no soy tan bueno, así que Dios me pone de pie y deja palabras en mi boca.
A pocas horas...
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