Como aficionados nos tocó ver todo tipo de episodios épicos donde los representativos nacionales de futbol dejaban la piel en el terreno de juego, pero al final siempre se perdía de cara al Sol (era una imagen frecuente).
Y cómo no serla, si es parte de nuestra idiosincrasia como mexicanos; bien lo escribió Paz en los ensayos del "Laberinto de la soledad"... cito: "Más que el brillo de la victoria, nos conmueve la entereza ante la adversidad"...
La actual generación de futbolistas ha dicho otra cosa, éstos chicos no saben de esos fantasmas que muchos conocimos, o si saben de ellos solo respetan sus recuerdos, más no les temen, me lo han demostrado desde el 2005 hacia acá o posiblemente desde el 2011 y el actual que han sido años de muchas victorias, trofeos y reconocimiento, todo esto ganado a contracorriente, y no porque se hagan las cosas de manera correcta a nivel federativo, sino por el hambre de mostrarle al mundo lo que son y sus alcances, ya que por desgracia todo lo que se gana en este país es producto de una batalla, el Oro de hoy es un reflejo más de ello.
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Imágenes: www.mediotiempo.com
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