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Lo mejor que hubo, lo mejor que existe y lo mejor que habrá. |
Abundante ha sido la experiencia en mis cinco años de labor como docente de Preparatoria, gracias a mi Dios han sido tres planteles de trabajo en los que me he desempeñado, pero sin duda ha sido ¨Cuauhtémoc¨ donde he podido desarrollarme de mejor forma.
Sin dudarlo un solo segundo, mi última generación ha sido el mejor de mis productos, probablemente logré todo lo que anhelaba como docente en las personas de ellos. Como proyecto me han dejado totalmente satisfecho, al grado de sentirme totalmente listo para emigrar de aquí sin ningún tipo de deuda moral. En lo humano ha quedado un vacío muy grande en mi, muy distinto a grupos y generaciones anteriores. Tal vez sea porque ellos fueron mi motor para levantarme y poner el mejor de mis semblantes en un lugar donde sin duda el ciclo laboral está por llegar a su fin.
Cuando tuve el privilegio de subirme a este barco, yo venía de una recuperación espiritual y física de mi vida, el miedo a fallar o llegar a hacer las cosas mal era inmenso, y gracias a un sabio consejo de alguien que amo mucho y el cual me decía que: "Dios no me había puesto en éste lugar para quedar en ridículo frente a jóvenes", fue que pude iniciar esa etapa, una de las más productivas y hermosas de mi vida. No cambiaría nada, a pesar de los muchos golpes o carencias... NADA. ¡Gracias Señor mío!
Esto es un largo fragmento de lo que pude transmitirles a ellos el día de su egreso, donde tuve el honor de ser su Padrino. Lo fui por tercera ocasión de forma oficial, pero nunca lo disfruté tanto, y creo que no gozaré de mejor forma en ninguna otra ocasión, por todo lo que significaron estos últimos 5 periodos semestrales a cargo de ellos. Es por esto que se los comparto.
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Resumir en unos cuantos párrafos los casi tres años de
trabajo a su lado me es muy complicado, más por todo lo intenso y gratificante
que éstos fueron. Así que espero por primera vez no quedarle mal a todos ustedes.
El amor todo lo cree, el amor todo lo sufre, el amor todo
lo soporta, el amor jamás se envanece. Todo lo hecho por ustedes, y
específicamente lo que mi Dios me permitió vivir a su lado en éstos casi 3 años de
formación ha valido la pena, y sin dudarlo, al menos mi persona estaría dispuesto
a repetir cada error, cada alegría, cada llanto, cada problema, cada angustia,
conflicto y trago amargo que genera este oficio... sin duda lo volvería a realizar por
cada una de sus personas. Deseando en todo momento aquel día en que pudiera verles llegar con éxito y
de buena forma a este cierre de etapa.
Porque para mí ustedes siempre serán: *lo mejor que hubo,
lo mejor que existe y lo mejor que habrá*. Después de ustedes NO HABRÁ MÁS...
Lo valioso de ésta generación va más allá de las notas
académicas *que gran parte de su etapa fueron impecables*, va más allá de las coronas
o marcas perfectas logradas. Lo que me hace estar orgulloso de ustedes es el trabajo
humano, y haber experimentado el poder la de la unión en sus vidas, no hubo
problema ni barrera que no pudieran sobrepasar juntos, entendieron
perfectamente que las metas de grupo estaban por encima de las individuales, y
que absolutamente nadie podía dañar lo que ustedes con el tiempo eligieron
llamar “su familia”. Ese era el principal secreto de sus repetitivos triunfos,
por eso no se cansaron de ganar jamás, porque las personas siempre buscamos dar
lo mejor a nuestros seres amados. Y eso desarrollaron ustedes en su grupo, en
su Smash Team: *el cariño, la protección, la unión*.
Hoy es tiempo de darle vuelta a la página, es
tiempo de crecer, sabiendo decir adiós para que cada quien escriba su propia
historia, sin olvidar jamás de donde provienen, y agradeciendo a cada momento a
todos aquellos que hicieron posible las personas que ahora son, iniciando con sus padres, sus familias, que es lo más valioso que hoy tienen.
El permiso para soñar es inmenso y las metas
generalmente no se logran en el primer intento, si alguien nos baja el dedo
pulgar, recuerden que esa es la señal correcta para saber que no debemos
desistir de lo que realmente deseamos.
El trabajo, la lucha y el éxito siempre llamará a los
mejores, y ustedes ya tienen una cita de vida importantísima al término de
todos sus festejos, no hagan esperar ese importante encuentro.
Los llevo en la piel y más allá de
mi corazón. Fueron mi bendición, mi alegría y uno de los mejores regalos que
Dios quiso brindarme. Mi clase oficialmente ha terminado, pueden salir...
Síntesis del discurso de la XVIII Generación de la Preparatoria Cuauhtémoc.
Nota: El regalo que me entregó la Generación no fue una tradicional placa o reconocimiento, fue un "MJOLNIR" {El Martillo de Thor}, gran historia tiene dicho regalo, no es la mitológica, pero si increíble, algún día he de contárselas. No por ahora, no es prudente.