Pero las muchas palabras me resultan vanas para describir este complicado 2010.
Y ante todo me queda muy claro que:
Nada tengo
Nada he logrado
Y no sería nadie sin TI.
Posiblemente esta sea mi constante en cada final de año, pero fue en este donde Dios me dio muchos escenarios para corroborarlo.
No vislumbro hasta donde llegaran mis manos, ni cual es su destino inmediato, solo tengo gratitud por la fortaleza que mi Señor Jesús me brindó para soportar la partida de alguien amado, para decir adiós, para iniciar algo nuevo y probablemente tener que irme pronto de allí.
Solo repito...
Nada tengo
Nada he logrado
Y no sería nadie sin TI.
Gracias por tu misericordia que recibo a cada segundo, y sobre ello, TU gran regalo que es ser libre de condenación solo por TI.
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