viernes, 30 de septiembre de 2011

Tre - in - ta


Soy sincero conmigo (y con ustedes), en definitiva no llego como hubiera deseado a esta etapa de mi vida, me encuentro años luz de ello.

Pero si me estancara pensando en "los si hubiera", "los debería", o los "tendría que", posiblemente me volvería loco.

Es un año más, comienza una nueva década (la tercera), por lo tanto para mi es alegría, es reflexíón, y esta fecha me invita y me conduce a que abandone o guarde una gran parte de mi ser, y si lo puedo sepultar... mejor. 

No imaginé escribir algo tan breve este día, pensaba en algo que pudiera ser interesante, y posiblemente lo que hace interesante no a esta entrada sino a todo lo que soy, es lo que me espera después de esta vida. Y también que mi vida no fuera vida, si hace cuatro Mayos atrás Dios no hubiera tratado conmigo de la forma en que lo hizo. Y que gracias a eso hoy puedo disfrutar plenamente de lo que hago (mientras dure), valorando cada instante y sin temor a lo que venga, puesto que la tormenta ya pasó; aunque debo confesarles que no me visualizaba en aquellos ayeres cumpliendo esta edad, mi condición (y de hecho ninguna) no daba para contar con ello, viviré agradecido eternamente.

Mis treinta son prestados, y espero, o mejor dicho, haré lo posible por guardar al adolescente.

"No importa que mis manos se vayan desgastando, no importa que mis pies no quieran caminar, no importa que mis canas me vayan dibujando, la vida que me has dado es por la eternidad." (Rubén Sotelo)

lunes, 5 de septiembre de 2011

La esencia de la excelencia: Alberto Del Río, "SUMMERSLAM", su primer paso a la vitrina de los inmortales


Hace aproximadamente tres años, tuve la oportunidad de estar presente en una función que ofreció el Consejo Mundial de Lucha Libre en mi ciudad (Mexicali). Dicha cartelera presentaba como uno de los platillos más fuertes del evento, al hijo de la leyenda "Dos Caras" y sobrino de Mr Personalidad, "Mil Máscaras" (posiblemente el luchador mexicano más condecorado y reconocido internacionalmente). El era en ese entonces "Dos Caras Jr.", Campeón del CMLL (México), hoy se le conoce como Alberto del Río, Campeón de peso completo en la empresa WWE.

A mis entonces 26 años me emocionaba conocer al Hércules Potosino, Dos Caras Jr. era un fenómeno, un gigante de estatura y arsenal técnico, lo llevaba en la sangre, posiblemente heredero de la mejor escuela de lucha libre de nuestro país. Alberto aspiraba al gran escenario, al igual que el "Místico" (que por cierto era su compañero de tercia en esa ocasión); los dos ya son parte de WWE, de la empresa de entretenimiento deportivo luchístico más importante del mundo, Alberto del Río (Dos Caras Jr.) y Sin Cara (Místico), hoy en día arrasan esta industria, con todos los reflectores del mundo sobre ellos.

----PARÉNTESIS----
Lo que muchos no saben de este sujeto (Alberto Del Rio/Dos Caras Jr), es que Alberto Rodriguez (su nombre real) es Arquitecto, también fue un luchador Grecorromano, Medallista en Mundiales juveniles de su categoria, Ganador de Juegos Centroamericanos, Medallista en Juegos Panamericanos, y que por ese proceso brillante, Alberto era una posibilidad fuerte de medalla en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, pero México (o mejor dicho las autoridades deportivas de nuestro país) no enviaron equipo para esta disciplina.... ¡MUY BIEN! Inclusive, Alberto tuvo una breve incursión en el mundo de las artes marciales mixtas, mejor conocidas como: "luchas vale todo", definitivamente, este sujeto, sabe y aporta mucho a su oficio.

----CONTINÚO----
Tres años después a mis casi 30 (hace unas semanas), tuve mi segunda experiencia en un PPV de WWE, "SUMMERSLAM",  la aventura esta vez era tranquila, no esperaba mucho del evento... pero será que estoy totalmente, o gran parte de mi está casi vendida a la empresa, o será que WWE jamás deja de sorprenderme... pero lo que de verdad puedo afirmar, es que presencie un evento para el recuerdo, y que la noche del 14 agosto de 2011, vi como aquel gigante que vi en la Plaza de Toros de mi ciudad, el mismo que fue tupido de críticas en su momento por abandonar su máscara y abrazar otro personaje muy alejado de su gran legado familiar; se convertía en el primer Mexicano (en su totalidad) en conquistar el máximo Título de la industria deportiva, el WWE Champion. Tal como lo hizo en Japón, en México, y en todo lugar que luchó. Una noche antes leí una entrevista previo al evento donde Alberto dijo: "he sido Campeón en todas las organizaciones para las que he trabajado, pero para decir que hice todo como luchador, tenía que probar WWE, esto es Hollywood para un profesional de la lucha libre, y yo tenía que estar ahí".

Una vez más, doy gracias a mi Dios, por la vida, por los medios para estar, y por los momentos, hasta por el más mínimo momento. Aquella ocasión salí del Staples Center con una sonrisa enorme, caminaba por sus alrededores eufórico, con ganas de festejar (algo ficticio), de colgarme esa presea que no era mía, y a su vez con el nuevo pendiente de reinstalarme en la vida real, y dar una clase horas después.



         









 Jajajaja, omitamos la última imagen....