sábado, 20 de noviembre de 2010

Existen camisetas que se van adhiriendo a la piel hasta convertirse en parte de tu ser.

También existen personas a quienes jamás dejarías de amar y servir.

viernes, 19 de noviembre de 2010

El injustificable escape

Estar en el momento adecuado, llegar a ese instante.

Hay quienes evaden la vida a causa de sus sueños, y por otro lado están los que trabajan para seguir soñando...

jueves, 18 de noviembre de 2010

Blog: Año Cuatro


Cuando los seres humanos dan orden a su pensar y se asignan la tarea de ponerlo por escrito, contribuyen a la formación y crecimiento propio, pero en el paquete vienen incluidos aquellos con quienes sus escritos hacen contacto.

De manera conciente o no, el que escribe piensa dos veces, y al hacerlo transforma. Por ello la importancia de cuidar lo que se expone, sin privar la libre expresión, pero tampoco convertirla en un acto de frivolidad.

Posiblemente no he contribuido gran cosa con este ejercicio que hoy cumple su cuarto año, pero en mi propósito siempre he tratado de poner orden, o como dijo una mente muy noble: "normar lo que pienso". Espero que desde donde me encuentre en todo lugar y momento, jamás pierda el juicio de esto y la convicción por esto.

Hoy le doy gracias a mi Dios por dejarme vivir, por regalarme una habilidad (o al menos hacerme creer que la tengo), y por darme valor para publicar lo que rondó varias veces por la mente, lo que se pensó más de una vez; por todas aquellas palabras que formaron oraciones y párrafos que generaron una opinión, alegría, desanimo, ubicación, tristeza, acuerdo, emoción... cambio.

Las palabras jamás son tiradas al vacío sin que al menos una persona las haya rescatado, siempre habrá alguien que les de importancia y un efecto resonante.

Un servidor es feliz sabiendo que sus pensamientos aquí emitidos jamás han topado con pared ya que este es un blog leído practicamente por amigos.

Yo les agradezco a ustedes: mis amigos, por leer tanta divergencia en esta miscelánea, y sobre todo por ser amigos, eso es lo más valioso de todo. Hace cuatro años inicié con esta hoja electrónica (que sobrevive a las redes sociales), y espero que mi Dios al menos me brinde un quinto para compartir con ustedes.

Volar todos pueden, Todos Podemos. Buen día.



miércoles, 17 de noviembre de 2010

Los Puntos Suspensivos


Son más que simple ortografía...


¿Qué sería de una buena redacción sin puntos suspensivos?


Y ¿qué sería de una vida sin puntos suspensivos?...


Tanto en la redacción como en el vivir, los puntos suspensivos son un recurso, un regalo, una oportunidad para lograr algo distinto que lo anterior, y en ocasiones suele ser mejor.


Por mi parte, intento disfrutar mis puntos suspensivos, de los que escribo y vivo.




martes, 16 de noviembre de 2010

El centavo


Un día un sujeto caminaba de noche, y entre la penumbra vio una moneda que brillaba; este se acercó a verla, y se dio cuenta que era una moneda de un centavo. No se animó a levantarla en ese momento, pero se dijo a si mismo: "si la moneda está cuando venga de regreso, la levanto".


Regresó por el mismo camino, y la moneda ya no estaba en ese lugar. Al final de aquel día ese hombre solo tenía cuatro centavos en su bolsillo.


Pasaron varios días, el sujeto volvió a a pasar por ese lugar e iba en las mismas condiciones, la oscuridad era la misma, y aquel centavo brilló entre la penumbra, además se encontraba en el mismo sitio. El sujeto se acercó a verlo y la moneda seguía brillante e intacta. Pero no la levantó y se volvió a decir para sus adentros: "si la moneda está cuando venga de regreso, la levanto".


Sucedió lo mismo. A su regreso la moneda no brillo, no la encontró, aquel sujeto siguió con los cuatro centavos que tenía en el bolso de su pantalón. Regresó a casa, y no tenía certeza de una tercera oportunidad.


Acontecieron muchísimos días, y en uno similar, donde la oscuridad prevalecía, aquel tipo caminó por el mismo rumbo y miró de nuevo el resplandor de aquella moneda, se acercó. El centavo estaba en el mismo sitio (cosa increíble), sin embargo ya no era el mismo, estaba pisado, rayado, incluso desfigurado, la moneda solo había perdido su valor estético...


Pero el sujeto ya había tomado una decisión, y no era en ese momento, sino tiempo atrás. Consideró que ya no era necesario quedarse con dicho centavo, incluso pensó que era una ofensa realizarlo. Siguió su camino... jamás volvió a pasar por ese lugar.