martes, 24 de agosto de 2010

Scottie Pippen


Por circunstancias personales que muchos de ustedes conocen, no me he dado el tiempo de redactar varios temas que han acontecido a la vida pública los últimos días, y antes de redactar cómo México se cae a pedazos, prefiero escribir un poco sobre el Ex-Basquetbolista de la NBA y de los Chicago Bulls "Scottie Pippen", quien hace unos días fue exaltado al Salón de la Fama del Basquetbol Profesional (Clase 2010).


Si se pudiera, me gustaría correr el tiempo hacia atrás e invitarlos a vivir en directo la época dorada de los Chicago Bulls en los años noventa, donde conquistaron seis Títulos NBA, se dice fácil, pero fueron demasiadas hazañas que estos jugadores lograron, para que los Toros se convirtieran en ese equipo bien amado por el mundo, el cual logró establecer su propia dinastía. En todos esos capítulos épicos, encontramos aquellos tiros finales llenos de sangre fría y concretados por Michael Jordan, para ganar un sin fin de partidos así como series finales, pero yo les aseguro que si aprecian esas jugadas completas, segundos antes de la hazaña, de la explosión, y de la gloria... Scottie Pippen había hecho el robo, el bloqueo, la jugada o el movimiento clave para que Michael o algún otro jugador de Chicago anotara.


Son muchas las alegrías que me dio Scottie como aficionado de los Bulls que soy (y que sigo siendo, miren que eso es loable... jajajaja). No abundaré mucho, debido a que encontré una columna que dice practicamente todo lo que podría pensar o recordar de Pippen, de hecho, así como el columnista de ESPN, mi momento favorito de Scottie en los Bulls fue cuando Jordan estaba retirado del baloncesto, y Pippen se encontraba en su mejor momento como líder de los Bulls, el número 33 de Chicago forjaba su propia historia sin la GRAN SOMBRA, él iba en ruta directa a convertirse en el mejor jugador de la Liga, sin duda alguna lo hubiera logrado, pero aun con ello, durante un partido el mismo Pippen invitó a que un camarografo le tomará la suela de su zapato, en donde Pippen señaló la marca de "Air Jordan", y con su dedo índice hizo la señal: "REGRESA".

Meses después Mike regresó, y los Bulls lograron otros tres títulos de liga, para un total de seis en la década de los noventas.

Nunca he tenido nada en contra de los segundos lugares, ni de los Vice, de los Sub, mucho menos de "Robin"... de hecho me identifico con ellos, porque considero algo más que loable lo que estos hacen detrás de todo gran proyecto.
No tiene absolutamente nada de malo ser el segundo en muchos aspectos de vida, sobre todo, si las cosas se realizan de la manera en que siempre lo hizo Scottie Pippen.

Entonces yo quiero ser ese número 2...

Buen día y a continuación los invito a que disfruten de esta columna que yo no escribí.




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Un jugador único

El ex alero Scottie Pippen se incorporó como nuevo miembro del Salón de la Fama


Por J.A Adande
ESPN.com
Archivo


Scottie Pippen era tan bueno siendo el Nº 2 que se convirtió en el Nº 1. Entra en el Salón de la Fama del Básquetbol este fin de semana con la distinción única de ser el mejor jugador secundario de la NBA, algo que muestra cómo a veces la grandeza se puede lograr mediante la creación de una categoría previamente indefinida.

Pippen jugó al lado de Michael Jordan durante los seis campeonatos de Chicago, mientras que fueron los dos únicos jugadores a mano para el primero y el segundo campeonato. Pippen se destacó tanto en su papel que sigue siendo el parámetro para ese puesto. Desde que LeBron James se unió a Dwyane Wade en Miami este verano una de las preguntas más frecuentes ha sido: "¿Quién será el Michael Jordan y quién será el Scottie Pippen?". No hay explicación necesaria a esta pregunta. El nombre de Pippen ha sustituido el nombre genérico, como Kleenex lo ha hecho para los pañuelos de papel.

Pippen ha creado la plantilla y aún no hubo nadie que haya ocupado ese rol como él. Pongámoslo de esta manera: Kobe Bryant ha llegado mucho más cerca de parecerse a Jordan de lo que nadie ha llegado a parecerse a Pippen. Manu Ginóbili es un jugador que se me viene a la mente, pero Pippen podría apoderarse del doble de rebotes de Ginóbili... y tiene el doble de campeonatos en su haber.

Cuando Phil Jackson volvió a entrenar a los Lakers en el 2005 la gente vio la combinación de él, Bryant y Lamar Odom y asumió que Odom ocuparía el papel Pippen, pero nunca llegó a hacerse realidad. Al igual que Pippen, Odom fue un versátil jugador de 6'8 pies, pero Odom nunca fue el defensor o la amenaza de bloqueo desde la línea de tres puntos que fue Pippen. Odom resultó ser el más adecuado para la función de tres, detrás de Bryant y Pau Gasol. Un par de campeonatos más y podría ser Gasol quien se convertiría en el más digno sucesor de Pippen en términos de éxito y función, si no es por el estilo de juego.

Lo que diferencia a la dinámica de Jordan-Pippen de otros grandes dúos en la historia de la NBA es que nunca hubo un cuestionamiento de quién era el primero, nunca hubo una lucha de poder, nunca un cambio de guardia, como sí sucedió con Shaq y Kobe, con Kareem y Magic, con Elgin Baylor y Jerry West. Con los Bulls siempre fue Michael Jordan primero y Scottie Pippen segundo, y todo el mundo lo entendía. La jerarquía se extendía incluso hasta a sus cheques de pago. Cuando el nuevo contrato de Pippen comenzó en 1991-92 no fue una coincidencia que su sueldo de 2.8 millones de dólares fuese de unos 500.000 dólares menos que el de Jordan para la misma temporada.

Pippen no hizo mayores cosas por su cuenta de la manera, digamos, como el jugador de hockey, Mark Messier, lo hizo sin Wayne Gretzky. Dejando de lado lo bien que jugó inmediatamente después del primer retiro de Jordan (los Bulls ganaron 55 partidos y Pippen terminó tercero en la votación para el JMV), su tiempo como el líder de los Bulls produjo dos de los momentos más petulantes en la historia de la NBA: sus brazos caídos cuando le pidieron que convirtiera con 1.8 segundos restantes en un juego de playoffs en el 1994 y la silla que lanzó tras el cobro de una jugada que se convirtió en el punto de inflexión para su frustración en la temporada 1994-95. Pero esa temporada también produjo uno de mis momentos favoritos de Pippen, cuando los rumores de que "Jordan-estaría-por-regresar" estaban en su apogeo y una cámara mostró a Pippen señalando el logotipo de Air Jordan en sus zapatillas, y luego haciendo la señal de "ven aquí" con el dedo índice.

Pippen había deseado tener su propio momento en el centro del escenario, pero rápidamente descubrió toda la presión adicional que viene con ser "El Hombre" y se dio cuenta de que la vida es mejor cuando estás ganando, incluso si alguien más se lleva la mayor parte del crédito. Para entonces, Jordan también se había dado cuenta de cuán valioso era Pippen. Las personas no se dan cuenta de cómo hubiese cambiado el curso de la historia de la NBA si un intercambio en 1994 que enviaba a Pippen con los Seattle Supersonics a cambio de Shawn Kemp no hubiese quedado en nada a último minuto. En el All-Star Weekend del 2008 de Nueva Orleans por fin tuve la oportunidad de hacerle la pregunta que me había fastidiado durante más de una década a Jordan: ¿Si el intercambio Pippen-Kemp hubiese tenido lugar, Jordan hubiese vuelto a jugar para los Bulls en 1995?

"Probablemente no", dijo Jordan. "Podría haber jugado con Shawn, pero no hubiese estado tan cómodo como con Scottie".

Así que Jordan volvió con los Bulls en 1995 y el dúo ganó tres campeonatos más. No sólo Pippen podía llevar el balón a la zona de ataque, que salvó el desgaste de Jordan, le pudo ahorrar a Jordan la responsabilidad de custodiar el mejor jugador de perímetro del otro equipo.

Pippen fue miembro del primer equipo all-defensive de la NBA durante cada temporada de campeonato, salvo en 1990-91, cuando estaba en el segundo equipo. Pero puede que esa temporada haya sido en la que más contribuyó en la defensiva. Cuando Phil Jackson hizo que Pippen marque a Magic Johnson por toda la cancha, inclinó la final de la NBA de 1991 en favor de los Bulls y comenzó su festejo del título.

Ese enfrentamiento Pippen-Johnson fue realmente simbólico, dos jugadores rompiendo el molde enfrentándose entre sí mientras que la liga entraba en una nueva era. Si Johnson fue revolucionario como un base armador de 6'9, Pippen fue un alero evolutivo con su manejo de balón y con 6'8 pies de altura que en realidad podía defender a un guardia de 6'9, además de sumar rebotes y triples.

Sus largos brazos eran los que hacían de Pippen un jugador tan distintivo. Fueron los brazos los que hicieron que el gerente general de los Bulls, Jerry Krause, estuviese tan entusiasmado por un jugador pequeño y desconocido de la universidad cuando vio por primera vez a Pippen en un campamento pre-draft. Y fueron esos mismos brazos los que hicieron que Krause hiciera un intercambio el día del draft para conseguirlo en 1987. Fueron esos brazos los que le permitieron a Pippen conseguir 7,494 rebotes y 2,307 robos durante su carrera en la NBA, y le permitieron ser una amenaza sumando puntos, cuyo repertorio osciló entre disparos desde la línea de tres hasta volcadas en un aro fuertemente custodiado.

Es una pena que el Salón del Básquetbol no les dé a sus miembros chaquetas como el Salón de la Fama de Fútbol Americano, porque la historia del juego demostrará que Pippen no sólo jugó detrás del faldón de Jordan, sino que Jordan dependió de las mangas de Pippen.


J.A Adande se incorporó a ESPN.com como columnista de NBA en agosto de 2007, tras 10 años trabajando en el Los Ángeles Times. Consulta su archivo de columnas


sábado, 21 de agosto de 2010

Mucho por qué seguir...



El crecimiento sin pérdida es algo que jamás podría realizarse.

Sin aviso, con violencia, sin mala fe... estamos creciendo. El tiempo pasa, eso es todo.

Es muy complicado, pero se debe dar vuelta a la página... y contar más historias.

viernes, 20 de agosto de 2010

Alejandro:


No puedo hacer mucho por ti, no hay palabra que consuele lo suficiente tu pérdida, lo único que te brindaré es mi presencia en este momento tan complicado; porque la lealtad de un amigo jamás desaparece, su silencio se entiende, la ausencia no.


La muerte es un suceso garantizado, pero a su vez jamás deja de sorprendernos... Lo que dijo tu papá hace unos días me dejó una gran enseñanza. Si las personas tratáramos de normar lo que pensamos, la vida en la tierra fuera vida.


"Necesitamos normar nuestros pensamientos", "Necesito normar mis pensamientos"....


Sus palabras cobran un valor agregado por haberlas dicho en la inconsciencia de su enfermedad, pero en plenitud total de la convicción de su lucidez, la que él trabajó, por la que siempre luchó, y para mí eso es admirable.


Mis condolencias y deseos de recuperación para ti, tu Mamá, así como toda tu apreciable familia.


jueves, 19 de agosto de 2010

Sobre la nueva Isla


Ha terminado mi viaje, desembarqué y llegué al Puerto de esta nueva Isla.


Los ciudadanos han sido amables, y me inspiran cierta confianza, han intentado hacerme sentir de inmediato como una parte importante de ellos.


La calidad de vida parece prometedora en este nuevo sitio, y aunque ya me han dado a probar de todos los frutos que tiene el lugar, yo sigo alimentandome del amor que llevé conmigo para este largo viaje... y no deseo desperdiciarlo, lo consumiré todo.


Ha sido una semana larga... distinta, mucho.


Secretaría de Educación y Bienestar Social del Estado (o Sistema Educativo Estatal). Ese es el lugar donde desembarqué, "Capacitación y Desarrollo" mi departamento. En verdad le doy gracias a mi Dios por el inesperado cambio (a pesar de lo triste que me pueda sentir por lo que dejé atrás), sé que es para mejorar... solo me falta concretarlo legalmente (aunque ya inicié labores desde el lunes). Es una nueva aventura, acompañenme.

martes, 17 de agosto de 2010

Hasta luego... Preparatoria Cuauhtémoc


Este texto no lo tenía previsto, y me ha costado una infinidad su redacción. Mis ideas de momento no son tan claras como yo quisiera...


Las despedidas de los lugares y las personas que amas son muy complicadas... cuando se realizan en medio de lo inesperado o en momentos de no mucha estabilidad emocional, es una especie de intento de suicidio, pero la vida marca este tipo de sucesos como algo necesario.

Se presentó el día y la situación para correr un riesgo... lo he tomado, no ha sido sencillo, pero los seres humanos maduramos en medida que tomamos decisiones, eso es parte de crecer; y posiblemente yo me había negado en otras ocasiones a realizarlo.



Muchos podrán pensar que la razón principal es el dinero, les comento con toda honestidad que eso no ha sido factor, ya que por ahora no habrá una diferencia considerable en mi salario, así que eso no fue lo que me orilló a esta decisión; es más, no he firmado un solo papel contractual hasta hoy (y ya estoy hablando demasiado). Me voy a un proyecto distinto, no tan noble ni enriquecedor como el de un profesor.

La Preparatoria Cuauhtémoc es un lugar muy especial para mí, y lo será siempre porque fue un trabajo que Dios me brindó y porque Él me dotó de toda la capacidad para realizarlo cuando yo no tenía experiencia, ni talento, ni fuerza en ese momento para lograrlo.


Todos los días tuve presente el instante de como fui a dar con ese lugar, lo que yo realizaba ese día, y la forma en que se me contrató (sin recomendaciones, amistades, conocidos o palancas... solo fe en mí y lo que decía mi currículum); y es gracias a ese recuerdo, a ese hecho, lo que me motivó a trabajar sacando lo mejor de mí todos los días, tal vez si hubiera sido de otra forma jamás hubiera mostrado gratitud por estar ahí, porque por encima de la ética profesional y otras cosas más, está la gratitud así como la lealtad.




Más de una ocasión tuve ofertas en dos años y medio, alguna vez fueron periódicos los que me tentaron, pero como muchos saben, la forma en que trabaja la prensa local no es algo que pueda atesorar ni con lo yo que me pueda sentir pleno u orgulloso, además ya lo he experimentado laboralmente (aclaro, es mi convicción, no deseo ofender a mis compañeros reporteros); en otras ocasiones fueron otras preparatorias y también supe decir NO... no era mi momento, quería mucho este lugar, le debía lealtad a ese sitio que invirtió en mi.




El miedo es necesario en los seres humanos, es algo que nos reta y nos impulsa a lograr nuestras metas. Todos los días tuve nervios, miedo a pararme frente a los chicos y no ser competente, a regarla, a marcar negativamente sus vidas; gracias a Dios sé que no fue así, aunque si cometí muchos errores, pero di todo lo que estuvo de mi parte y dejé algo más que el corazón en cada una de esas aulas así como fuera de ellas. Hoy poseo un miedo similar, y ya no es por enseñar, sino por entender otro tipo de procesos para seguir siendo competente.




No es difícil entenderlo, un lugar de trabajo se convierte en parte de ti, pasas muchas horas del día al lado de tus compañeros, se convierten en tu familia de alguna manera, y no es sencillo romper una relación de trabajo.

Afortunadamente tengo todo el apoyo de ellos y me han dejado las puertas abiertas, no esperaba menos, así que no se sorprendan si en dos días ya estoy de vuelta por aquí.... jejejeje.


A Mis patrones: Fernando (gracias por haber confiado en mí), Pépe (gracias porque a él le debo casi todo lo que sé de esta profesión), Paty (es de cuidado, y nunca tendré una patrona como ella, la quiero mucho); mis compañeros: Ulises, Zuilma, Silvia, Pozo, Poncho, Cristina, Chelís, Peri, Elvia (todo el personal que me falte), fueron guías, apoyo y sobre todo amigos...eso lo valoraré siempre; gracias infinitas a ellos.



He visto muchas fotos estos días, me he percatado de mi envejecimiento durante todo este tiempo, y posiblemente no lo había hecho antes por haberme alimentado de la energía de los chicos, con todas las regresiones que te brinda trabajar en un lugar como este. Así corre la vida más rápido y no lo sientes. He llegado a la conclusión de que yo tenía muchas cuentas pendientes con mi etapa de bachiller, y que de una u otra forma aquí pude saldarlas para bien.









A Mis alumnos: La lista es muy extensa, son quienes ya pasaron por aquí, pero sobre todo a los que hoy dejo dentro, con un pesar enorme en mi corazón, y que me hubiera encantado estar en la parte final de su proceso como estudiantes de Preparatoria. Omito nombres, ustedes saben quienes están de manera implícita en este texto, hoy les pido a ellos que escriban su nombre en este párrafo.







Sé que no alcancé todos los objetivos académicos que los jóvenes requerían, creo que mis mejores logros están fuera de aulas que dentro de ellas, eso antes me frustraba, ahora ya no... ser maestro implica lograr lo impensable, salir de toda lógica, escuela o paradigma de enseñanza para ponerte en los zapatos de esos chicos e intentar pensar como ellos, mostrar interés en sus intereses, ser parte de ellos, para que ellos muestren interés por lo que tu les enseñas.

Los logros no solo se miden con evaluaciones de gobierno, no, al final del día una prueba no les dará un empleo ni su permanencia en el, mucho menos un triunfo de vida, o la moderación de un fracaso y como levantarse del mismo. Posiblemente lo que más me ha dejado con satisfacción en este trabajo fue ayudar a los chicos a unirse para lograr objetivos que ellos visualizaban casi imposibles, y muchas veces lo logramos, tanto en lo académico, en lo social, en la competencia, en lo personal; ¡de eso se trata vivir!, y eso no viene en los planes de estudio.


Que un maestro (o compañero de trabajo) otorgue reconocimiento a tu trabajo es gratificante. Cuando un padre de familia va hacia ti para agradecerte lo que has hecho por su hijo(a), es una satisfacción que ninguna certificación oficial puede brindarte; pero que un alumno(a) sea el que te de las gracias por escrito, o se te acerque un día para decirte que TU has marcado su vida (para bien)... es algo que te deja sin aliento por largo tiempo. Son palabras, son hechos, que siempre voy a guardar como uno de mis más preciados tesoros.






Es inevitable no voltear hacia atrás, aun más cuando se trata de un lugar al que has hecho parte de tu vida, con personas por las que has generado un cariño entrañable... Pero estarán bien, siempre han salido adelante por más negras que hayan sido las tempestades, yo fui parte de esa tripulación, ayudé a levantar pilares en esa ciudad, sé como trabajan, y sobre ello conozco su calidad humana... les irá muy bien.

Por el momento no quiero decir adiós (me niego), considero que aun no ha terminado mi ciclo en este lugar, así que solo diré un sumamente sincero: "Hasta luego"... Mi barco ha llegado. Gracias por todo. Buen día.

jueves, 12 de agosto de 2010

Reflexiones y sucesos desde el Puerto


Hace pocos días, cuando me decidí a comenzar algo importante (al menos para mí); una pieza de mi laptop se rompió.. si, mi computadora portátil (y la única que poseo), la cual he cuidado tanto tronó o semi tronó... el punto es que ya no se puede abrir y cerrar, ha quedado abierta de manera permanente, y se ha convertido en una herramienta solo de escritorio; así que mi iniciativa de escribir en todo lugar, momento y posición, se ha visto truncada (en lo que Dios me provee de dinero para otro equipo).

Es interesante, pero un familiar estaba frente a mi cuando ocurrió este suceso (vio toda la acción), de hecho lo miré de frente y le dije: ¿me puede pasar algo más?, a lo que este respondió: sí, muchas cosas más.

Días atrás al semi funeral de mi laptop, se me informó que la situación financiera del lugar donde trabajo no estaba bien, pero que aun con todos los recortes y sacrificios que se hicieron, se contaba conmigo, aunque cambiarían las condiciones contractuales para todos los que trabajamos en la Preparatoria. Hasta ese momento solo eran pérdidas materiales... solo eso. Todo aquello puede recuperarse.

He salido a dejar aplicaciones de trabajo, hago inventarios, trato de vender algunas cosas, me pongo a hacer ejercicio, he comprado varios libros (por cierto, en "DAX" hay unas joyas por 35 pesos: "Carlos Marín, Nestor Garcia Canclini, Adolfo Sánchez Vásquez, Rafael Loret de Mola... El papá, el bueno", entre otros); pero antes, ocupo terminar lo pendiente con Saramago.

Intento animarme, pero la ausencia aun pesa bastante, no hay líder, no hay villano, no hay guerra ni antagonismo en casa, han dejado unos zapatos muy grandes regados por ahí.

Y dentro de toda aquella gran ola (no muy afable) que se ha dejado venir hacia acá en las últimas semanas, donde gracias a Dios he tenido muestras de amor, cariño y estima de muchas personas, incluso de quien menos lo esperaba; se presentó un reto en medio de la incertidumbre, y solo jugandomela podré saber si fue correcto o no el haber tomado acción. Los seres humanos crecen en la medida que toman decisiones, aplicarlo me ha costado mucho trabajo.

Esta noticia, me ha llevado nuevamente al Puerto, y posiblemente se presenta en el momento que menos deseaba dejar el sitio que tenía.
Es inevitable, y he volteado hacia atrás una y mil veces los últimos dos días; y cómo no hacerlo, si estoy a punto de abandonar un lugar más que especial, donde se me dio la oportunidad de levantar pilares muy sólidos en muchos sentidos.

Solo miro desde el puerto esa ciudad amada, a sus líderes, de quienes me he despedido.... también veo a sus jóvenes, estos no sabrán nada... hasta que amanezca (es lo mejor).

Es de noche, y el faro anuncia que mi barco está por llegar.


Por mi bien, sin mirar atrás...

miércoles, 4 de agosto de 2010

Sanando


Dejo todo al Señor para que alivie mi corazón, y también tomo lo que me corresponde y debo de hacer en adelante. Ha terminado un ciclo, uno muy importante... pero siguen las responsabilidades del vivir y evitar cometer los mismos errores.

Los días previos a esto leía "Las intermitencias de la muerte" de José Saramago, dejé el libro inconcluso por toda esta situación que se nos vino, pero acababa terminar un capítulo donde uno de los personajes: "un hombre mayor" (el abuelo de una familia) pedía que le ayudaran a llevarlo a cruzar la frontera para poder morir tranquilo...

He tenido demasiadas pérdidas los últimos días, meses, posiblemente de años para acá y no es producto de la coincidencia o casualidad. Hay cosas que definitivamente no han estado bien en mí y debo rectificarlas. Hoy le ruego a Dios por el consuelo de mi familia (el de mi Madre en específico), y porque me ayude a volver a depender al cien por ciento de El, para poder gozarme de los resultados como ya lo he experimentado en infinidad de ocasiones.

Les informo que el día de hoy mi futuro laboral es incierto (es otra pérdida más... no equiparable al pasado reciente), pero es una pequeña pluma de ave que viene a caer en todas estas rocas que he cargado los últimos días; no sé que está por venir... pero me preparo para ello.


Con empleo o no (el anterior o alguno nuevo), hay iniciativa de despertar al león por mi parte, Dios me dio una habilidad y mientras me tenga con vida intentaré explotarla. Porque por desgracia muchas personas nos damos la tarea de aprender a disfrutar hasta que perdemos algo o alguien... Y eso es lo que me queda, disfrutar, no enfrascarme en bobadas, pedir perdón, perdonar; disfrutar... empezando por mi hogar y los míos.


Sé que este no es un gran escrito, y no debería publicar algo tan transparente, tan divergente, quien lea esto, no piense que deseo causar su empatía; solo es mi desahogo. Ya he llorado demasiado, aunque confieso que aun lo sigo haciendo en descuidos, a pesar de que hace unos días, una anciana que balbuceaba intentó quitarme con sus manos frías las lágrimas que emanaban mis ojos, para decirme que no llorara...

Mis palabras sobran, los amigos no.
Solo pido tiempo. TIEMPO FUERA.

domingo, 1 de agosto de 2010

Esperanza Jiménez De Castro (1933-2010)


Mi abuela Esperanza fue uno de esos seres que marcó las vidas de quienes tuvieron la oportunidad de conocerla un poco.

Esperanza Jiménez Valdéz (o De Castro), fue una persona a la que Dios le permitió librar la muerte en más de una ocasión, además de padecer y lidiar con más de dos enfermedades crónicas en su cuerpo por varios años.
El día de hoy mi Dios decidió llevársela, a pesar de su combate agónico por vivir, el cual se extendió por más de cinco días. Su cuerpo ya no podía soportar más, pero su espíritu, su fervor por seguir al frente de su familia la mantenía con fuerza para pedir que la regresaran a su casa.

Posiblemente lo que más me dolió de todo esto fue ver como perdió lucidez, así como su habla, solo escuchaba balbuceos de su parte, cuando su gran atractivo o lo que marcó su presencia durante toda su vida fue su habilidad para platicar, siempre tuvo algo que contar; y ver a una persona limitarse de su principal recurso es terrible.

Aun con todo esto, ella se pudo despedir de algunos, y le agradezco a Dios que me dio segundos de lucidez por parte de mi Abuela, para que me extendiera los brazos y me dijera que nos amaba y que ya se iba a ir, a pesar de toda su inconsciencia en la que se encontraba ella me abrazó y consoló mi llanto, ante lo más duro doña Pela siempre fue inquebrantable.

En este momento sé perfectamente de donde provienen las fuerzas para que me ponga a redactar a pesar del gran dolor y remordimientos que tengo, porque surgen los "hubiera", y son tantos "hubiera" que han rondado mi mente por estos días que al final de un camino terminan convirtiéndose en remordimiento...

No existe una palabra que defina a la Sra. Esperanza porque ella fue de todo un mucho: Noble, líder, consejera, maquiavélica, calculadora, protagonista, autosuficiente, guerrera... Sé que la próxima vez que vuelva a escribir algo sobre ella será dentro de un personaje en alguna historia. Porque el mundo de la literatura aun no ha tenido el placer de conocer a este rico personaje que tiene tanto que contar...

Los últimos meses a su lado no fueron fáciles, fueron de mucha fricción (y yo estuve mal en muchas ocasiones), pero siempre le agradeceré a mi Abuela que tomara una responsabilidad que no le correspondía al cuidarme desde bebé, por permitirme vivir en su hogar como uno más de sus hijos, por estar a mi lado en cada dolor de mis enfermedades, por ser la que me llevó de la mano a mi primer día en el jardín de niños, por estar presente el día que terminé mi carrera a pesar de todas sus dolencias. Le doy gracias a Dios por haberme permitido terminar eslabones muy importantes a su lado y darle a ella el crédito que le correspondía en cada momento.
Gracias Abuela. Tu fascinante personalidad no va a morir mientras yo pueda seguir escribiendo.

Gracias Padre Celestial, por ser mi gran consuelo en este momento tan complicado.

Hoy estás ante la prescencia de Dios, en una posición mejor que todos nosotros... más viva que nunca, y sé con toda seguridad que volveré a verte cuando terminen mis días, "cuando termine este triste camino, algún día feliz".