sábado, 31 de diciembre de 2011

Se va otro año


No sé en que etapa se encontrará el poeta, ni el cuenta cuentos, ni el guionista, ni el crítico (posiblemente en la más pobre como creador). Pero desde que se encerró en su mundo del plumón y el pizarrón mágico lo abandonó casi todo, incluyendo los sueños.

Lo he visto, no dice mucho de si, solo he notado que ya le han pasado los años, y en ocasiones me parece como si le hubieran pasado el doble de tiempo. Hace más corajes, no tolera la modernidad y en ocasiones pasa días enteros viendo películas o leyendo; ya no ve noticias, pues todo le es muy prebicible. Aunque todo cambia para él cuando es hora de estar con sus chicos, pues se despoja de todo lo anterior para caminar entre ellos.

Un día coincidimos y me dijo que gracias a su Dios todo estaba bien, me sonrió sin sarcasmo y/o mensajes encriptados ... y eso si era una novedad.

Me abrazó fuerte y se marchó.