martes, 21 de noviembre de 2006

Tan grandes como Mandrake el Mago y Tuxedo Mask, pero mucho más letales que "V for Vendetta"

El hábito de ser un Dandy
En mi última semana de cultura….


Por: Jorge Castro.


Imagenes: Cortesía, Dandy´s (varios).

En el año de mis veinticinco años, decidí regalarme una semana de hedonismo en la XXVIII Semana Cultural de mi Facultad, me acordé de Liliana López; "una gran amiga" perteneciente a uno de los equipos participantes del último evento cultural de mi formación como Licenciado. A pesar de sus anteriores invitaciones a esta u otra actividad de ese corte, nunca había sucumbido ante algo así, ya que mi carácter es algo apático para esas cosas. Nunca he dudado en la congruencia de mis principios, pero me detuve solo por un momento para perder la conciencia en un segundo y decir ¿Porque no? El último deleite de un estudiante casi egresado, el de uno difícil, que a sus 25 otoños aun le da para hacer idioteces…. de las que siempre valdrán la pena, ya que la diversión también es cuestión de tiempo. (Homenaje a G. García Márquez “Memoria de mis putas tristes”)


Mis negros antecedentes


Tuvieron que pasar alrededor de 9 semestres para que mi persona sintiera un real apetito de destrucción por ese evento tan lleno de cosas banales así como vacías y faltas de toda lógica e ingenio. La condición era simple, había que encontrar un grupo de personas con deseos de boicot, así como abstinencia hacia eventos incongruentes en una Facultad de Humanidades; ya sea un vergonzoso concurso de reinas de belleza femenina, hasta uno de camisetas mojadas (o senos mojados); y no las cosas típicas además de ñoñas que hacen los seudo grupos que asisten a este evento con el afán de destruirlo, realizando actos absurdos como arruinar un altar de muertos y decirle a los demás: ¡You suck!.... !Ahí se ven!


Al ver que la oferta de equipos me era limitada, me resigne a seguir con mis ocupaciones, pero en una platica con unos amigos, ellos plantearon su proyecto para esa semana y el equipo que deseaban formar; era prácticamente lo que yo deseaba, “no había que participar en cosas absurdas y tampoco era un objetivo ganar dicho evento”. Ante tanta comodidad, además del hecho de verme rodeado meramente entre puros amigos y conocidos, se formó un conjunto con 15 personas…. unas semanas más tarde empezaron a llegar los exiliados (miembros de otros equipos).


Al final de esto éramos alrededor de 70 miembros, de todos colores y sabores; es aquí donde entran todas la herramientas que dan pie al humanismo, “respeto, tolerancia, cooperación” entre otras; ya que algunos objetivos cambiaron al tener una población mayor, la diversidad de discurso tendió a diversificarse. Fue aquí donde se marcó la diferencia, porque se tuvo que compactar a todas aquellas mentes dispersas en una sola visión, la de un grupo muy peculiar; uno que buscaba divertirse además de barrer con las obsesiones que arroja este evento escolar, ridiculizando el arraigo así como el sentido de identidad y pertenencia por parte de los equipos que comúnmente participan en dicha competencia. Nos convertimos en la parodia más arrogante de todas, una a la cual esta semana cultural les vino quedando pequeña, la que no los mereció….
“Los Dandy´s”.


De la apatía a la integración
Como nunca antes se pronosticaba una semana cultural muy dividida, según la analogía hecha por una compañera los equipos estaban hechos a imagen y semejanza de la sociedad en si; se contaba con el Ejercito (Meteorines), los cuales reclutan personas durante todo el año a su comunidad, viven e invierten para esa semana. Hubo un intento de formar un equipo religioso el cual a final de cuentas no se inscribió, hubo otro con ideologías ateo/protestantes (Borbotones), uno con más de 130 integrantes (La Prole), por supuesto que el nombre y la cantidad de miembros tiene mucho que ver con lo que ocurre en nuestro entorno; por último nos encontramos nosotros, la burguesía (Los Dandy´s) que de burgueses no teníamos nada, solo el nombre y la camiseta de tuxedo.


Las competencias dieron inicio con el rally deportivo, en enfrentamientos directos con los equipos participantes; prácticamente a los Dandy´s les vieron solo el polvo, el segundo día fue la tradicional decoración de las bancas de la Facultad con temas tan absurdos que asignaron los organizadores, como: Topo Yiyo, Chiquilladas y el más nefasto que le pudo haber tocado a mi equipo “Candido Pérez”. Ante tal adversidad. el ingenio prevaleció, y antes de que se despinten dichas bancas les invito a que asistan a apreciarlas je, je.


Entre cosas divertidas y otras inverosímiles que pude experimentar, fue la de disfrazarme para parodiar a lo que yo considero un fraude que se hace llamar “Sub comandante Marcos o Delegado Cero”, pregonando los derechos de los indígenas empuñando en mi mano el best-seller de Carlos Cuauhtémoc Sánchez “Un grito desesperado”; así fueron pasando los días, donde seguíamos triunfando en los enfrentamientos directos, con “poca inversión, infinita improvisación e ingenio”.


Transformándose en ególatras

Cuando un comediante se ríe de su público en su propia cara, y estos tienden a reírse de si mismos, es un sinónimo de éxito en su objetivo particular. Así sucedía con este equipo, brillaba por si mismo, los otros equipos admiraban nuestras intervenciones, y entre nuestros miembros existía demasiada ayuda mutua; en ocasiones me preguntaba al igual que otros de mis amigos que estamos por egresar de esta Facultad… ¿Como es posible llevarnos tan bien con estos desconocidos y poder ponernos de acuerdo en casi todo? Aun no lo se, circunstancias, química entre otros factores decidieron el rumbo de dicha semana, muy larga… de nueve días.


Nuestro enfermo capitán hizo lo que no mucha gente, sentarse en el hielo por horas, ganar circuitos de comer porquería y media, beber medio garrafón de agua, así como beber, beber e ingerir, ingerir de todo…. Pero fue un absoluto ganador, hasta convertirse en el nuevo “warro-maestro” de la Facultad, esto no creo que sea un orgullo para el, pero la verdad, que valiente. Por otro lado, entre shows, caracterizaciones así como actos osados y carreras de cucarachas, el equipo barría con la competencia, solo eran los Dandy´s…. y los demás.


En ocasiones me sorprende el poder de convencimiento y asimilación de una idea, si usted entrara a una escuela como el CETYS, probablemente podría (como muchos) creerse el choro de que entras estudiante… y sales líder; en la UABC, aun no nos tragamos el verbo de que somos la Universidad publica numero uno del país; pero en los Dandy´s, los integrantes se perjuraban guapos, carismáticos, egocéntricos entre otras virtudes no muy positivas, pero que ayudaban a cumplir nuestros fines en la semana cultural…."Soy sólo que quiero escuchar”.


Dejando una escuela a las próximas generaciones

Sonara repetitivo, pero esa era la constante en una semana fuera de lógica con nueve días, “hacíamos lo que se nos venia en gana”, si queríamos participar bien, si no, puntos menos aun así el primer lugar lo mantuvimos hasta un día antes de la premiación. El conflicto era grande ¿Qué pasaría si ganábamos? ¿Estábamos con ganas de organizar la siguiente semana cultural? Así como vivir la transición de la diversión a la tensión que conlleva realizar la organización de este evento, y para muestra la maldición de los equipos anteriores que ganaron dicha competencia, llámense: Freaks, Mupetts o Gata Rebel; el buen grupo que se había formado no valía la pena destazarlo así.


Los últimos eventos de la semana... cumplimos, pero ya los síntomas del hartazgo se hacían más evidentes, hubo contratiempos como todo en esta vida, a algunos les dejo muchos amigos este evento, otros perdieron a alguno, el degenere y otras situaciones tampoco se mantuvieron ajenas…… al final comúnmente sucede.


La premiación es algo de lo que no se si valdría la pena comentar, entre tres desoladas presentaciones de vals, en una fiesta de “gala” en un tuburio del centro viejo de Mexicali, (que paradójico); me dio mucho gusto que ganaran los militares, perdón… los “Meteorines” ya que tienen 3 años con ese equipo, y se desviven todo el año para ganar este evento, Charro, Isela, compañía, “enhorabuena”, ya les tocaba.

Después de que nuestro equipo improvisó esa noche una mezcla excepcional de ritmos en la pista (vals, cumbia, sicodélico, rock, pantera rosa y cazafantasmas) saliéndose de todo margen de regla en la competencia, pero recibiendo el reconocimiento de los demás competidores; jamás se me ocurrirá caer en polémica, ni decir como mal perdedor que fulanita o zutanita se acostó con tal o cual organizador, que es lo que históricamente se hace en estas competencias con los perdedores ardidos.


Simplemente mencionaré que por salirnos de las reglas se nos resto el treinta y cinco porciento de nuestro puntaje total, solo porque lo hicimos a nuestra manera, porque sin esos detalles más de 80 puntos de ventaja nos respaldaban... como cuando un maestro te quita cierto porcentaje por no haber cumplido con las asistencias o asesorias planteadas al principio del ciclo escolar.

Un gran conjunto de personas, con poca inversión, mucha improvisación así como demasiado ingenio, fueron parte de un equipo donde su objetivo y filosofía de participar siempre fue: “NO GANAR”. No se si esta sociedad continuará para futuras competencias, lo que si me queda claro es que esa actitud irreverente y segura de si, estará en cada uno de ellos para miles de situaciones, hacer las cosas por el hecho de poder, por el placer de querer. Ya que….

“ANTES MUERTOS QUE SENCILLOS”

Así transcurrió mi semana del hedonismo dentro de la licenciatura, una de las mejores…. La primera y la última. ¡Buen día!

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