Miro cada uno de sus rostros y expresiones desde otro lugar, uno alejado de todos los focos.
No quiero evocar mis sentimientos frente a ustedes, y mucho menos reflejarles cuan vulnerable soy ante estas circunstancias.
Será demasiado difícil para mí trabajar y no volver a verles...
Esta melancolía y el hecho de despegarme un poco de varias cosas ultimamente, entre ellas el dejar de ser constante en el ejercicio de escribir en este sitio se debe a esto.
La convivencia genera cariño, y cuando el trato es aun mas cercano se convierte en amor, y esto fue lo que sucedió; "los quiero demasiado".
No es sano esto, por mi salud no me puedo dar el lujo de ello; el hecho de trabajar en una escuela pequeña provoca que el trato sea mas estrecho con los muchachos, lo cual lleva a generar cariño. No soy un profesor público ni, sindicalizado (sin ofender a estos), "soy maestro", y posiblemente este hecho es el que aun no cauteriza mi corazón (están ellos y ustedes por encima de mí).
Tengo miles de cosas que decir de ustedes y para ustedes, algunas de ellas me hubiera gustado decírselas en público, pero los sentimientos lo impidieron. Podría escribir mas de cien cuartillas de mis experiencias y sus casos en un año, pero me lo reservo.
Solo me remitiré a contarles que un 18 de febrero me presenté sin experiencia alguna frente a un grupo, y este estaba integrado por !CINCUENTA ALUMNOS!... "y eran ustedes". Nunca olvidaré ese momento ni sus rostros, posiblemente algunos de ustedes jamás olvidarán la expresión de pánico que tuve todo ese día.
Después de ello, me arroparon, me dieron su confianza, me defraudaron, se ganaron de nuevo mi cariño, trabajaron, hubo rencillas, también acuerdos, y al final todo fue felicidad como la mayoría de los cuentos de Walt Disney.
Al final... todo eran abrazos y agradecimientos. Y al final del día me queda claro que solo soy un guía en esta etapa y que ustedes terminan construyendo lo que desean para sí.
Sé que les quiero mucho.
Que me gustaría verles en un futuro realizados.
Que será muy difícil para mi presentarme próximo lunes sin ustedes en aula.
Que saldrán adelante profesionalmente, porque la mayoría de ustedes les sobra capacidad, son analíticos, perseverantes y llevan buenas bases.
Que mi Laurita, mi Charlie, mi Brianda, mi Alejandra, mi Curiel, mi assshhh de Bárbara, mi payaso Cota, mi Meche, mi Arón, mi Ana Káren "Pollito", mi Mariel, mi Karla, mi Cesar... y algún otro mas que haya olvidado, saben que los tendré siempre aun mas presentes.
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...Lloré con demasiada tristeza en casa la noche de ese día...
Pero como cualquier proceso, se debe terminar y superar.
No sé si serán los chicos mas especiales en mi vida como docente, pero siempre, siempre, siempre... van a ser los primeros. Con ustedes aprendí a realizar esto, "mis hijos hermosos".
Podría pasar horas escribiendo líneas como estas sin mucho sentido y estética. Un "LOS AMO" en letras gigantes tendría mas coherencia que toda esta cursilería.
Inicia mi vida sin ustedes...
Y para mi será difícil.
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