martes, 22 de septiembre de 2009

Paz, paz, paz...


Mis días difíciles terminan siendo una maravilla cuando estoy al lado de ella.


Siempre recuerdo y tengo en mente el día que nació...


Es uno de los regalos mas preciados que Dios me ha brindado... Ser su tío y sentirme amado por ella.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

:D que lindo! imaginate cuando Danielita lea esto cuando este grande. atte. Ana K.

Lily dijo...

(L)qué bonito, en toda la extensión de la palabra.

Jorge Castro dijo...

Gracias a las dos...

Y respecto a tu comentario Anabel, pensar solo en el hecho lógico de que Daniela crecerá y que como cualquier ser humano "hará su vida" me pone triste... Mucho menos quiero pensar si ella algún día lee este tipo de cosas, jeje.

Un abrazo a las dos.