jueves, 21 de diciembre de 2006

¿Quien dijo, “¡Yo no estoy ciego”!? Saramago y su crítica para los videntes.

Ensayo sobre

la ceguera


Autor: José Saramago.



Por: Jorge Castro.




“La sangre, pegajosa al tacto, le inquietó, pensó que seria porque no podía verla, su sangre era ahora una viscosidad sin color, algo en cierto modo ajeno a el y que, pese a todo, le pertenecía, pero como una amenaza contra si mismo”....

Un hombre se encontraba detenido ante un semáforo en rojo y queda ciego súbitamente. Este es el primer caso de una ceguera blanca que se expande de manera fulminante en una ciudad sin nombre. En este sitio que puede ser cualquier entidad federativa para los lectores, ningún ciudadano sabe del origen que propinó esto que humanamente le llamamos “enfermedad”. Ante tal situación, los civiles no saben que hacer, y mucho menos el Estado mayor; que decide internarlos en albergues, donde la muchedumbre de ciegos estarán en cuarentena, o mejor dicho irán desapareciendo paulatinamente, al enfrentarse (como bien lo dice el autor) a “lo más primitivo de la especie humana: "la voluntad de sobrevivir a cualquier precio”.

Este libro es “Una critica a la intocable Conciencia Moral, y una atenta así como subversiva invitación a la Conciencia Social”, es la alerta permanente a ser los ojos de alguien cuando otros los perdieron, y no me refiero primordialmente a la vista física. Dicha obra es una cita con un confesionario de identidades donde se tiene la historia de unos ciegos que intentan aceptar su mal, para empezar a construir una realidad en base a un padecer colectivo; donde tendran que aprender a vivir de manera distinta.

Es en este nuevo laboratorio de desarrollo humano donde se encierra una muestra representativa del mundo entero, desde: Médicos, Ladrones, Prostitutas, Jefes de Familia, Escritores, Soldados, Policías (así que por diversidad de personajes, usted como lector no se puede quejar). En dicho lugar, se encuentra una Mujer (sin nombre también) que es la única que no ha perdido sus facultades visuales; ella es la encargada de guiar a todos estos ciegos por una de las travesías más difíciles de todas.... “la de vivir realmente como seres humanos”, siendo ésta los ojos honestos de una difícil comunidad. José Saramago publicó esta obra en 1995, fue su noveno libro, y dicho material fue una razón de peso más, para que el escritor portugues recibiera el Premio Nóbel de Literatura en 1998.

Este libro es ampliamente recomendable (así como prácticamente toda la literatura de Saramago) y digerible para todos sus lectores. Que desde la butaca donde se encuentren leyendo o recreando las lineas de este magnífico narrador, llamaran de manera permanente, de forma directa e indirecta a un despertar social; en cada una de las páginas leidas del Nóbel escritor portugués. !Buen día!

1 comentario:

Susanska dijo...

aaaah! ya se lo que pedire de regalo de navidad! jajaja:P ya me habian recomendado ese libro...

saludos!...

creo ke tu ibas conmigo en foto 1 no lo se...