domingo, 1 de agosto de 2010

Esperanza Jiménez De Castro (1933-2010)


Mi abuela Esperanza fue uno de esos seres que marcó las vidas de quienes tuvieron la oportunidad de conocerla un poco.

Esperanza Jiménez Valdéz (o De Castro), fue una persona a la que Dios le permitió librar la muerte en más de una ocasión, además de padecer y lidiar con más de dos enfermedades crónicas en su cuerpo por varios años.
El día de hoy mi Dios decidió llevársela, a pesar de su combate agónico por vivir, el cual se extendió por más de cinco días. Su cuerpo ya no podía soportar más, pero su espíritu, su fervor por seguir al frente de su familia la mantenía con fuerza para pedir que la regresaran a su casa.

Posiblemente lo que más me dolió de todo esto fue ver como perdió lucidez, así como su habla, solo escuchaba balbuceos de su parte, cuando su gran atractivo o lo que marcó su presencia durante toda su vida fue su habilidad para platicar, siempre tuvo algo que contar; y ver a una persona limitarse de su principal recurso es terrible.

Aun con todo esto, ella se pudo despedir de algunos, y le agradezco a Dios que me dio segundos de lucidez por parte de mi Abuela, para que me extendiera los brazos y me dijera que nos amaba y que ya se iba a ir, a pesar de toda su inconsciencia en la que se encontraba ella me abrazó y consoló mi llanto, ante lo más duro doña Pela siempre fue inquebrantable.

En este momento sé perfectamente de donde provienen las fuerzas para que me ponga a redactar a pesar del gran dolor y remordimientos que tengo, porque surgen los "hubiera", y son tantos "hubiera" que han rondado mi mente por estos días que al final de un camino terminan convirtiéndose en remordimiento...

No existe una palabra que defina a la Sra. Esperanza porque ella fue de todo un mucho: Noble, líder, consejera, maquiavélica, calculadora, protagonista, autosuficiente, guerrera... Sé que la próxima vez que vuelva a escribir algo sobre ella será dentro de un personaje en alguna historia. Porque el mundo de la literatura aun no ha tenido el placer de conocer a este rico personaje que tiene tanto que contar...

Los últimos meses a su lado no fueron fáciles, fueron de mucha fricción (y yo estuve mal en muchas ocasiones), pero siempre le agradeceré a mi Abuela que tomara una responsabilidad que no le correspondía al cuidarme desde bebé, por permitirme vivir en su hogar como uno más de sus hijos, por estar a mi lado en cada dolor de mis enfermedades, por ser la que me llevó de la mano a mi primer día en el jardín de niños, por estar presente el día que terminé mi carrera a pesar de todas sus dolencias. Le doy gracias a Dios por haberme permitido terminar eslabones muy importantes a su lado y darle a ella el crédito que le correspondía en cada momento.
Gracias Abuela. Tu fascinante personalidad no va a morir mientras yo pueda seguir escribiendo.

Gracias Padre Celestial, por ser mi gran consuelo en este momento tan complicado.

Hoy estás ante la prescencia de Dios, en una posición mejor que todos nosotros... más viva que nunca, y sé con toda seguridad que volveré a verte cuando terminen mis días, "cuando termine este triste camino, algún día feliz".

2 comentarios:

Ana & Marcel dijo...

Ahhhh, hoy nos has hecho llorar con tu escrito.... Recibe un fraternal abrazo de Anabel y Marcel, estamops contigo en estos momentos difíciles

Jorge Castro dijo...

Marcel & Anabel:
Estoy por desconectarme unos días de todo esto, pero les quiero agradecer a ustedes dos (Ana y Tu) por mostrarse amigos en todo momento, creeme que en estos días solo tuve los dedos de una sola mano para contarlos (a los verdaderos). Todo fue muy rápido, como leíste en el escrito, tengo un mundo de sentimientos y remordimientos encontrados, que sé que Dios me ayudará a sanar. Pero no quería dejar pasar el agradecimiento a ti y tu esposa por ocuparse de este dolor. Muchas gracias, Dtb.