viernes, 24 de septiembre de 2010

Grado Maestro



Hace poco más de un año tuve que dar el abrazo más difícil y amargo en lo que llevo de vida.


Se encontraba en una desolación total, nunca vi a ningún ser humano así, no exagero y miren que desde pequeño he visto la tragedia y la agonía de cerca. Mis brazos me temblaban bastante ante lo que le pudiera acontecer, llegué a pensar que en tal abrazo ella se desvanecería por completo.


Cabía la posibilidad de no perderla ese día, pero si al siguiente...


Ante la fatal e inminente desgracia renació la Princesa Amazona. Casi nadie tiene idea alguna sobre cómo sanó de aquello que invadió su ser y su entorno, pero lo hizo, y frente a ella hoy nos pondremos de pie para abrirle camino en su triunfal regreso a casa.


Por experiencia

Por excelencia

Por escrito...


Será un honor estar presente el día de hoy.

Tanto trabajo, tanto sufrimiento, tanto tropiezo ... fue necesario. Porque hoy sonríes. Felicidades Liliana Prince.


1 comentario:

Lily dijo...

Jorge,

No tengo palabras. Estoy aun sin asimilar todo el gusto que tengo y más con tu ya poesía. El abrazo desvanecido se equilibra con el abrazo de el viernes.

Y va otro, como siempre. Con cariño, admiración y respeto.

Lily