viernes, 14 de enero de 2011

Lo que dejaron los otoños

Veo crecer tantas cosas alrededor de mí. Otras emigrar. Algunas se convierten en fantasmas distantes que cada vez resulta más complicado regresarlos a mi entorno.

De mucho, de poco, pero sin duda de algo tengo responsabilidad. De sus alegrías, de sus triunfos, de sus fracasos y hasta de sus distanciamientos.

También me vienen a la mente fragmentos de escritos que hice hace años. En particular este:

"La amistad también es un compromiso, que tampoco es libre de impuesto, conlleva a miles de roces, a días de desgaste y al borde de su pérdida cada vez que escuchamos lo que “no deseamos” por parte de alguien que decimos estimar, o llamamos “Amigo(a)”. Sin disposición mutua no se puede ayudar a nadie, ese es el precio del gran compromiso que significa la amistad, sobre todo cuando se hace de la verdad ... una práctica permanente."

Posiblemente en los últimos años he cometido grandes y graves errores, pero tampoco he querido aprender a dejar de cargar con lo que no me corresponde, así como intentar solucionar lo que no está en mis manos.

Hay un mundo de situaciones por mejorar en mí, y deseo que esta hoja electrónica vuelva a lo que fue alguna vez, y no un diario personal que pareciera tener la afanosa necesidad que atrajo consigo nuestra modernidad; aquella incomprensible necesidad por publicar todo lo que somos.

Espero calidad.

No hay comentarios.: