El eterno número 7

El otro día supe que recibiste un merecido partido de homenaje/despedida, en tu natal Ecuador; y también me enteré que muchos de tus amigos de la vieja guardia rojiblanca, te acompañaron en el gran festejo.

Posiblemente ví tu derroche en un campo por última vez.

Describirte como jugador es algo muy sencillo para mí, pero ganarse cada adjetivo, y unificar todas las opiniones respecto a tu persona, habla muy bien de ti.

Un jugador lider, tecnico e inteligente con un gran espíritu de lucha (muy pocos en el mundo); otorgar mas pases que los goles que anotaste y lograr tantas anotaciones sin ser esa tu responsabilidad dentro del campo; solo muestra tu profesionalismo, respeto por el escudo y compañeros. 84 goles por 94 asistencias (pases convertidos en gol) eso hiciste en tu Necaxa.

Por tí, me mantuve fiel a un equipo del cual solo las minorías conocen su abolengo, palmarés y tradición. Con muy pocos pude compartir los exitos y las tristezas que dejaron sus batallas en la pasada década y en el inicio de esta.

Hoy tu Necaxa ya no existe, solo queda el nombre; las rayas tradicionales de su uniforme son intermitentes gracias a su directiva. Ahora juegan en un campo espectacular, en otra ciudad, la cual llena cada partido el estadio, y sin embargo; quienes portan ese uniforme no muestran agallas ni amor por lo que representa ese escudo.

Recordarte implica que recuerde a todos aquellos que integraron el plantel rayo, durante tu estancia en Necaxa por 15 años; pero hoy no será, y no porque no los recuerde, !no es así!, tengo en mi mente a cada uno de ellos, temporada por temporada; cosa que no me sucede con los actuales, y no es por mi edad o que me falle la memoría; simplemente es porque no marcan huella... bueno al menos en mi caso.

Podrá cambiar todo esa ilusa directiva; nombre, colores, jugadores, estadio, pero no podrán cambiar jamás los recuerdos; el de un equipo al que en un inicio iban a verlo jugar veinticinco aficionados, en un estadio con capacidad para cien mil espectadores. Aquel conjunto que no generaba ganancias a su empresa, pero que le pagaba con finales y campeonatos a su dueño, el único equipo mexicano que hasta la fecha salió invicto en sus partidos ante potencias europeas (Manchester United y Real Madrid, eso si fue jugar de tú a tú; "Mundial de Clubes del 2000").

Repetiré algo que leí hace poco, "Alex, tal vez la institución no recuerda quien fuiste", pero yo, al igual que ese columnista; te agradezco aquel maravilloso gol del 4 de julio de 1995 (uno de 94), aquel que me hizo estallar de júbilo y prometer fidelidad a este escudo.

El perro, Gran alfarero, El caballero de las canchas y sobre todo El amigo. Te ganaste cada uno de estos sobrenombres, por tu fidelidad y calidad deportiva, pero sobre estas... la humana.

Gracias, porque sin tí la parte gloriosa de este equipo no existiría, y eso es "porque tu eres Necaxa".

Gracias:

-Por ser ese gran lider con o sin gafete, dentro y fuera de...

-Por derrochar arte en todas las canchas que pisaste.

-Por sacar magia de tus botines.

-Por no dar por perdido ningún balón, y mucho menos un partido.

Los muy pocos, jamás olvidaremos quien eres y lo que hiciste... Enhora buena Alex.